EL ERROR DEL MARKETING POLÍTICO
Al marketing en general se le achaca y con razón
la prioridad de la maximización de los resultados en detrimento del consumidor cautivo, el
cual vive en una insatisfacción
continua , rodeados de productos de mala calidad incluso defectuosos , con
publicidad engañosa , trampas en cada
esquina , poca claridad , mucha
ambigüedad con promesas incumplidas e
indefensión . Las similitudes con el marketing político en la actualidad son
muy similares ya que nacen del mismo paradigma mantra, el votante/consumidor es
manipulable sociológicamente buscando
en la inmediatez los resultados
pirricos de ganar batallas efímeras de portadas de telediario y tertulias
televisivas.
El consumidor /votante demanda cada día mayor
responsabilidad social , una visión más integral del concepto del
producto “ el político “ más cerca
a la conciliación de los
intereses de partido con sus votantes con visiones realistas a largo plazo ,
que contribuyan a mejorar la calidad de vida de la sociedad en su conjunto con
la franqueza y dificultad que ésto conlleva . Hoy por hoy este objetivo es
utópico ya que estamos más centrados
en el cortoplacismo que en la creación
de algo mejor y común a todos.
El marketing cumple su función cuando detrás existe un
producto sincero que cumple con las expectativas prometidas , con veracidad y
honestidad donde la claridad /sencillez
son la mejor publicidad , sin estas
cualidades el marketing zozobra en el medio/ largo plazo consiguiendo el hastío del consumidor /
votante perdiendo la necesaria fe que impulsa todo cambio.
Los errores en el marketing político son recurrentes , el
marketing no se basa en engañar al consumidor / votante , no es mostrar algo que no se es ,no es solo
un cambio de logo, el marketing político no es solo tener una estética /
postureo “ new age” dejando de lado los valores que queremos
transmitir , el marketing político no es tener un avezado jefe de presa y locuaz portavoz , el marketing es más que publicidad , es más que la suma de anuncios televisivos sin coherencia
entre ellos tipo moda hipsters , no es la acción inmediata sin reflexión y
falta de objetivos bien definidos , no es el capricho de un directivo ante una
encuesta del CIS , o un @hashtags /
twitter ingenioso de corto recorrido. El buen marketing político es un concepto
integral con sus distintas herramientas bien engrasadas dentro de un mecanismo
sincronizado, tarea que lleva una gran complejidad y muchas dosis de
coherencia.
La política no es solo Marketing , pero cada vez es más
marketing y menos política con mayúsculas , es la deriva de la superficialidad del olvido manifiesto de la
colaboración del tacto de la discreción
, de la altura de miras , el olvido del compromiso social y la ética ,el olvido
de la información veraz e independiente , el olvido de la coherencia en el
mensaje que soporta a la política es en definitiva el olvido del votante a
orillas del rio Jordan .
“ Ojalá te
inspire el Señor una melodía que
infunda al padecer virtud “
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